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Natural Resource Governance around the World

English version: Regulating land markets is handing power back to rural populations. (Ed # 48)

Regular los mercados de tierras significa devolver el poder a los habitantes de las zonas rurales. (Ed. # 48)

Editorial del boletín de información de AGTER. Diciembre 2020

Hace veinte años, se realizó el primer Foro Social Mundial (FSM) en Porto Alegre (Brasil). Tuvimos el privilegio de organizar un taller de 4 medios días sobre el tema “Reformas agrarias y políticas de tierra” con la red Agricultura Campesina y Globalización (APM) apoyada por la Fundación Charles Léopold Mayer para el progreso del Hombre y la CONTAG, la poderosa confederación de organizaciones de pequeños productores y trabajadores agrícolas de Brasil. Aquí es donde comenzó a desarrollarse el proyecto AGTER. Los firmantes de este editorial habían sido actores y testigos de la reforma agraria llevada a cabo en Nicaragua en la década de los ochenta y del regreso a una estructura agraria cada vez más desigual unos años después. Trabajando entonces para una consultora asociativa francesa, habíamos visto desarrollos similares en muchos otros países, incluso donde se habían llevado a cabo importantes redistribuciones de tierras, a menudo a costa de décadas de lucha y miles de víctimas. Si las reformas agrarias latinoamericanas habían puesto fin a las haciendas y sus relaciones sociales precapitalistas, también habían contribuido al desarrollo de los mercados de tierras, principales responsables de la reconcentración de la tierra.

El taller reunió a unas sesenta personas, con la participación de reconocidos especialistas de diferentes continentes como Marcel Mazoyer (Profesor del Instituto Nacional Agronómico de París-Grignon), Jacques Chonchol (ex-ministro de Agricultura en el gobierno de Allende en Chile), Dao The Tuan (ex Director del Instituto de Ciencias Agronómicas de Vietnam) – los tres serán más adelante miembros honorarios de AGTER- , Dacian Ciolos, agrónomo rumano que luego será Comisionado de la Unión Europeo para la agricultura, e importantes líderes de organizaciones campesinas como Alberto Broch (CONTAG) y José Bové (Confédération paysanne, Francia). También estuvieron presentes líderes de organizaciones campesinas de Polonia, Filipinas, Indonesia, Sudáfrica, México, Colombia, entre otros. Se discutieron diferentes temas y el taller exploró mecanismos que permitirían a la población rural recuperar el control sobre el uso de la tierra. José Bové le pidió a Marie-Christine Etelin, abogada de la Confédération Paysanne, que presentara la experiencia francesa de las SAFER, una interesante modalidad de intervención en los mercados de tierras originalmente destinada a fomentar la instalación de jóvenes agricultores, pero empañado por serios problemas de funcionamiento anti-democrático. Christian Roqueyrol (Confédération Paysanne) presentó la experiencia de la Sociedad Civil de las Tierras del Larzac, una nueva forma de gestión de la tierra que articula las fincas campesinas y la gobernanza del territorio por parte de los habitantes, implementada después de la lucha victoriosa de los campesinos contra la expansión de un campamento militar en Francia.

Se llevaron a cabo talleres más pequeños durante los dos siguientes FSM. En 2002, un taller co-organizado con La Vía Campesina (LVC), permitió presentar y discutir las tesis centrales que estructurarían el Cuaderno de propuestas de políticas de tierra y reforma agraria . Participó entonces Patricia Castillo, una militante guatemalteca que será luego cofundadora de AGTER. En 2003, la CONTAG nos invitó a participar en diversas actividades y en particular en una mesa redonda que reunió a Alberto Broch, Marcel Mazoyer y Samir Amin. Fue durante el pequeño taller de seguimiento de nuestro trabajo en este FSM que Vicent Garcés (CERAI) lanzó la idea de promover un Foro Mundial de Reforma Agraria (FMRA), siendo los FSM globales insuficientes para profundizar en la cuestión agraria. El FMRA se llevará a cabo en 2004 en Valencia (España), reuniendo a numerosas organizaciones de la sociedad civil y de productores agropecuarios, incluida La Vía Campesina (LVC) y algunas organizaciones gubernamentales. Una importante delegación brasileña estuvo encabezada por el Ministro de Desarrollo Agropecuario de Brasil, Miguel Rosseto. La FAO envió a Paolo Groppo, quien era entonces el editor en jefe de su revista « Reforma agraria, colonización y cooperativas agrícolas » y que posteriormente se unió a AGTER como miembro. Unos meses más tarde, el gobierno brasileño propuso a la FAO organizar una nueva Conferencia Internacional sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural (ICARRD). Este tendrá lugar en 2006 en Porto Alegre, 27 años después de su edición anterior. La asociación AGTER, creada formalmente unos meses antes, fue invitada a preparar uno de los 5 documentos marco para esta conferencia (Ver el documento). El tema de la tierra estaba de nuevo la agenda internacional.

Ya en 2002, retomamos y desarrollamos las tesis del antropólogo y economista húngaro Karl Polanyi, quien explica muy claramente lo que ha cambiado con el neo-liberalismo: ya no son sólo los bienes producidos para ser vendidos o intercambiados los que pasan por los mercados, sino también la tierra / naturaleza, el trabajo y el dinero. Estas nuevas mercancías se diferencian de los bienes de mercado ordinarios por el hecho de que sus mercados no pueden autorregularse. Esta transformación radical, que Polanyi llama la “Fábrica del Diablo”, tiene consecuencias nefastas y contribuyó a los desastres que vivió la humanidad en la primera parte del siglo XX. Debido a las especificidades de la tierra y los recursos naturales, los mercados de tierras son siempre mercados de exclusión y concentración.

Posteriormente desarrollamos paulatinamente esta reflexión, precisando que el « giro neo-liberal » se basó en 3 pilares:

  • 1 / santificar el mercado y excluir a la economía de la sociedad, abandonando el sentido original de este concepto que es el de la gestión de nuestra casa común, con dramáticas consecuencias ecológicas, sociales, económicas y políticas,

  • 2 / imponer una concepción de propiedad absoluta y exclusiva, en lugar del reconocimiento de un conjunto de derechos de los hombres, mujeres y las comunidades de las que son parte

  • 3 / reconocer un solo nivel de gobernanza, el de los Estados, con la doble consecuencia de la pérdida de autonomía de los territorios y la imposibilidad de establecer un derecho internacional por encima de los Estados, y como corolario la imposibilidad de crear mecanismos políticos verdaderamente democráticos.

Si dejar que los mercados de tierras se desarrollen independientemente de la sociedad no puede funcionar, abolir todas las formas de mercado y dejar la gestión del acceso a la tierra solo a los Estados tampoco es la respuesta. Lo ha demostrado claramente la experiencia del « socialismo real », que resultó ser la mayoría de las veces un « capitalismo de Estado ».

Para reducir las desigualdades en el acceso a la tierra de manera sostenible y optimizar el uso de la tierra con el fin de satisfacer el interés general, es necesario poner en marcha mecanismos que regulen los mercados de tierras en forma adaptada a cada situación. Estos pueden complementarse, si es necesario, con reformas agrarias redistributivas, pero también con nuevas modalidades de herencia y políticas fiscales. La gestión de los diversos bienes comunes, cuya destrucción sería catastrófica para todos, solo será posible mediante el desarrollo de acuerdos de gobernanza que involucren a las comunidades, titulares de derechos colectivos que reflejen los derechos de las personas que forman parte de ellas.

La necesidad de regular los mercados de tierras aún no se reconoce en las agendas internacionales. Para los neo-liberales, regular los mercados es una herejía. Para muchas organizaciones políticas o sindicales e intelectuales que se autodenominan de « izquierda », el mercado debe desaparecer. Al final, se convierten en aliados de los partidarios del capitalismo financiero del siglo XXI que dicen combatir y en cómplices objetivos, aunque sin saberlo, del despojo de poblaciones y de la creciente explotación de los trabajadores a escala planetaria.

Hablar de la regulación de los mercados de tierras a menudo se malinterpreta. No se trata de hacer que el mercado penetre donde aún no está presente, en comunidades que han conservado una fuerte capacidad de gobernanza territorial, sino por el contrario, permitir que las comunidades, indígenas, campesinas, rurales, tomen o recuperen el control de los intercambios mercantiles de tierras y recursos que se han desarrollado en sus territorios. A nivel internacional, el Foro Mundial de Acceso a la Tierra (FMAT) fue en 2016 el primero en incluir en su declaración final la necesidad de regular los mercados de tierras. Desde entonces, se ha trabajado mucho en materia de derechos humanos, pero sin ningún compromiso real de los Estados para aplicar directrices que siguen siendo en su mayoría voluntarias. No se ha llevado a cabo ninguna reforma agraria redistributiva significativa 1. AGTER, a pesar de sus recursos limitados, ha acumulado análisis sobre estas cuestiones y ha contribuido a un primer estudio encargado por la Unión Económica y Monetaria de África Occidental (UEMOA) sobre los mercados de tierras rurales en África Occidental y las herramientas para su regulación 2.

A medida que las crisis ecológicas, climáticas, sociales y políticas se agravan cada día más, la tierra y los recursos naturales están cada vez más monopolizados y concentrados por una minoría. Las desigualdades en el acceso a la tierra están aumentando muy rápidamente. El reciente estudio mundial realizado por la Coalición Internacional por la Tierra (ILC) ofrece una nueva ilustración de esto, al cuantificar la aceleración del fenómeno y al enfatizar la importancia de los mecanismos ocultos de concentración de los derechos de uso, que las estadísticas oficiales de propiedad de la tierra no permiten visualizar.

En la selección de artículos a continuación, llamamos su atención sobre dos publicaciones útiles para profundizar en esta reflexión, por el momento disponibles en francés, mientras se publiquen traducciones en castellano y en inglés :

  • 1. El documento de propuestas de la ILC “Regulación de los mercados y el uso de la tierra: herramientas para reducir las desigualdades. Ilustraciones de ejemplos europeos

  • 2. El trabajo colectivo del Comité Técnico de Tierras y Desarrollo (CTFD), escrito sobre la base de un proceso de reflexión de 18 meses, “La cuestión del acceso de los jóvenes a la tierra. Elementos para diseñar y monitorear mejor las intervenciones y políticas de desarrollo rural a lo largo del tiempo”.

2020 ha sido un año muy difícil para todos. Fue particularmente doloroso para AGTER con la desaparición de dos amigos, el profesor Etienne Le Roy, miembro de nuestra asociación y miembro fundador del CTFD, cuyo pensamiento y trabajo ocupan un lugar central en nuestras reflexiones y Benoit Maria, empleado de Agrónomos y veterinarios sin fronteras (AVSF) y estrecho colaborador de AGTER involucrado en la acción junto a organizaciones indígenas en Guatemala, asesinado en agosto pasado. Sus trayectorias personales y su compromiso son ejemplos para nosotros. No podíamos concluir este editorial sin rendirles homenaje. Le deseamos un año 2021 mejor que el que está llegando a su fin.

Michel Merlet y Denis Pommier son miembros fundadores de AGTER.

1 con la excepción de Cuba, que desde 2008 ha comenzado a ceder en usufructo parte de las tierras abandonadas en fincas estatales a pequeñas unidades de producción. Ver www.agter.org/bdf/es/corpus_chemin/fiche-chemin-674.html

2 Ver el boletín de 2017, editorial de Philippe Lavigne-Delville: www.agter.asso.fr/article1443_es.html

VARIOS

Con este boletín, solo presentamos algunas producciones entre las realizadas durante el año pasado. En 2020, con la International Land Coalition, desarrollamos un programa de formación a distancia en francés, inglés y español titulado “Enfrentando el acaparamiento de tierras en el mundo, herramientas analíticas para la acción”.

El trabajo que esto requirió y dificultades internas no nos permitieron mantener el ritmo habitual de publicación de nuestro boletín. Le pedimos disculpas por esto. Incorporaremos en nuestros próximos boletines más información sobre nuestras actividades y publicaciones del año 2020 que no pudieron ser incluidas hoy.

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Ver aquí el texto completo del Boletin de información de AGTER del 31 de diciembre 2020

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