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Fonds documentaire dynamique sur la
gouvernance des ressources naturelles de la planète

Version française de cette page : Le pastoralisme, un mode de vie résilient face à de nombreux défis

El pastoreo: un estilo de vida resiliente frente a numerosos desafíos

Résumé

Una estimación reciente arroja la cifra de 120 millones de ganaderos y agropastores en el mundo. Unos 50 millones de ellos se encuentran en el África subsahariana, donde el pastoreo es una práctica ampliamente utilizada en una zona que se extiende desde Senegal hasta Somalia. Las comunidades pastoriles africanas son igual de numerosas en la franja que va desde el Cuerno de África hasta Namibia. El pastoreo también es importante en las zonas áridas de Asia Central y Meridional1, de la meseta del Tíbet, en Europa y en Asia, así como en las mesetas andinas en América Latina.

El pastoreo, combatido durante mucho tiempo por los Estados, que veían en estas sociedades móviles fuentes de inestabilidad, actualmente está reconocido como un sistema sostenible, especialmente adaptado a las zonas áridas y montañosas. Ahora que el pastoreo está adquiriendo importancia nuevamente con, entre otras cosas, las declaraciones de Yamena y de Nuakchot (2013), el lanzamiento de nuevos programas de gran amplitud que se le dedican en el Sahel, y más recientemente, en el informe de 2016 del Grupo de Expertos de Alto Nivel sobre Seguridad Alimentaria2, donde se caracterizan los sistemas pastoriles y se hacen recomendaciones específicas, ¿cómo se puede considerar al pastoreo y cómo acompañarlo?

 

1 El pastoreo es la principal actividad económica para la población en Mongolia y en las antiguas repúblicas soviéticas de Asia Central, y en vastas regiones de China (Mongolia Interior) y de Rusia (poblaciones Ewenkis y Buriatos).

2 2016 Informe HLPE _CSA: Le développement agricole durable au service de la sécurité alimentaire et de la nutrition : quels rôles pour l’élevage

La ganadería pastoril y agropastoril (o pastoreo) es un sistema de producción basado en una ganadería extensiva que valoriza mayoritariamente los pastizales naturales. Este sistema, utilizado por comunidades que viven en contextos a menudo marginales, está asociado con un estilo de vida basado en un vínculo especial entre el hombre, el animal y la naturaleza.

El pastoreo es el principal medio de subsistencia, fuente de alimentos, de ingresos y de empleos en numerosas zonas áridas y montañosas. Este modo de vida ha permitido a las comunidades gestionar los recursos de manera sostenible, independiente y flexible. En muchas regiones (de África Occidental, de los Andes, de las mesetas de Mongolia), es más productivo que la ganadería sedentaria y genera la mayor parte de los productos animales. Algunos ganaderos pastoriles, denominados agropastores, combinan la ganadería con la producción de cereales y de forrajes (mientras que los agroganaderos son los agricultores que han introducido la ganadería en su sistema de actividades).

El pastoreo, un sistema resiliente capaz de adaptarse a la variabilidad climática

Un sistema agroecológico de valorización de los espacios marginales

En muchas regiones, la ganadería pastoril se basa principalmente en los pastizales naturales y en la valorización de los residuos de los cultivos. Su viabilidad es el resultado de una maestría tradicional que se basa en tres pilares: la selección y combinación de diferentes especies de herbívoros adaptados al medio (bovinos, cebús, camellos, dromedarios, ovinos, caprinos, yaks, renos, alpagas, lamas, caballos, asnos); la utilización gracias a la movilidad de pastos naturales diversos (principalmente pastizales naturales que proporcionan plantas herbáceas, árboles y arbustos); y sobre todo el capital social de la movilidad que permite a los grupos de pastores de mantener y desarrollar las alianzas con los grupos sedentarios y los actores de los mercados de las muchas localidades recorridas.

Los desplazamientos de los rebaños se regulan en función de la existencia de pastos, del acceso al agua, pero también a veces de otros factores (mercados, redes sociales, condiciones de seguridad, presencia de incendios forestales o de depredadores). La ganadería pastoril contribuye sustancialmente a la mejora de la fertilidad de los suelos mediante las transferencias de materia orgánica que se producen entre las zonas de pastoreo y los espacios cultivados y valoriza lo mejor posible los recursos disponibles en las distintas estaciones, gracias a los conocimientos ecológicos del medio acumulados a lo largo de los años por los ganaderos. Como sistema agrícola sostenible y autónomo basado en un bajo recurso a los insumos, la ganadería pastoril podría merecer la mención de actividad agroecológica, pero esto sigue siendo ampliamente cuestionado, al ser percibida a veces la ganadería pastoril como un factor de degradación de los recursos naturales. Lo que confiere resiliencia al sistema pastoril es la movilidad. Durante las sequías, la movilidad constituye en gran medida el medio de limitar las pérdidas cuando los ganaderos pueden acceder a las zonas de retirada estratégicas: humedales, áreas protegidas, pastizales sudanianos , encontrando condiciones más favorables para los intercambios de cereales y ganado.

Una contribUción significativa a los ingresos de los hogares y a la economía nacional, a pesar de los escasos apoyos

El pastoreo beneficia no solo a las comunidades pastoriles, sino también a todos aquellos que explotan todos los productos pastoriles. La carne, la leche, las fibras y la piel, transformadas o no, se encuentran en los mercados de los centros urbanos. En las zonas agrícolas se explotan el abono, el trabajo y el transporte por tracción animal. La ganadería pastoril también proporciona servicios esenciales para la conservación de la biodiversidad y la preservación de los ecosistemas. La ganadería pastoril es una actividad importante del sector primario en numerosos países de África (países del Sahel), de Asia (estepas mongolas) y de América Latina (los Andes). En África, supone más de un tercio del PIB agrícola de los países del Sahel (Malí, Burkina Faso, Níger, Mauritania, Chad). La OCDE considera que si se tuviera en cuenta también la contribución de la ganadería a la agricultura (abono, tracción animal, etc.), esta parte aumentaría hasta alcanzar el 50% del PIB del sector primario. En numerosos países del Asia Central, como Kazajistán, Kirguistán y Mongolia, la ganadería pastoril vive una fase de expansión debido a la descolectivización del sector, y representa más de la mitad del PIB agrícola. Sin embargo, la ganadería es un sector con escasos apoyos públicos. En África Occidental, solo el 10% de los gastos en el sector agrícola está dedicado a la ganadería, mientras que los Jefes de Estado de la Unión Africana se habían comprometido a dedicarle el 30%. Más allá de las cantidades asignadas, es fundamental que se orienten estos apoyos, para que estos fondos apoyen prioritariamente los sistemas pastoriles y agropastoriles. No obstante, en estos últimos años, se observa una tendencia de los políticos en varios países a apoyar más bien los sistemas de ganadería llamados modernos, más intensivos y juzgados teóricamente como más competitivos (introducción de razas europeas o americanas, producción forrajera, inseminación artificial, estabulación, ganadería en rancho, etc.).

Un patrimonio cultural y humano de una gran riqueza

Las sociedades pastoriles insisten a menudo en sus peculiaridades y desean a veces diferenciarse de otras explotaciones familiares, utilizando el término de «comunidades pastoriles». Para ellas, el pastoreo va más allá de la actividad de producción animal, se trata también de un modo de vida, de una cultura, y de una identidad plena. En este sentido, las organizaciones pastoriles defienden el derecho de los pastores a conservar su modo de vida y su cultura, así como sus instituciones consuetudinarias. La movilidad, que caracteriza a estas sociedades, ha sido combatida durante mucho tiempo por los Estados, a través de políticas de sedentarización y de asimilación. Hoy en día, en este derecho a la movilidad se han producido avances innegables, gracias a la incidencia política intensa llevada a cabo por las organizaciones de ganaderos.

No es menos cierto que se observa una creciente evolución desde los sistemas tradicionales puramente pastoriles hacia sistemas agropastoriles (especialmente, desde las grandes sequías en el Sahel, con una gestión diferenciada de los rebaños, una semisedentarización de una parte de la familia. La frontera entre los agricultores y los ganaderos también tiende a desaparecer, sobre todo en África Occidental, donde cada vez más ganaderos desarrollan producciones agrícolas y forrajeras, y agricultores se lanzan a la ganadería. Por lo tanto, las problemáticas relacionadas con el desarrollo de la ganadería extensiva se convierten entonces, no solo en una cuestión planteada por las comunidades pastoriles y agropastoriles, sino por un conjunto más amplio de la sociedad.

Numerosos desafíos que debilitan los sistemas pastoriles

Freno a la movilidad y desaparición de las zonas comunes pastoriles

A pesar de los numerosos avances obtenidos, la presión demográfica, los efectos del cambio climático, las decisiones adoptadas en términos de promoción de la agricultura a gran escala con el avance del frente agrícola y el fenómeno de privatización de los recursos no favorecen la movilidad y el apoyo a los sistemas extensivos.

En muchas zonas anteriormente constituidas de recursos pastoriles comunes, la privatización de las zonas comunes ha llevado a un desposeimiento de los pastores de los recursos a los que tenían acceso o a una mercantilización de los residuos de cosecha y del acceso a los puntos de agua, lo que perjudica a sus actividades.

En los casos en los que la presión sobre la tierra es mayor y en los que el desarrollo de la agricultura se ha realizado sin un plan de ordenación previo, el acaparamiento de los recursos hídricos y el bloqueo de las zonas de paso impiden que los animales se puedan abrevar y aumentan la frecuencia de los conflictos entre los agricultores y los ganaderos (o lleva simplemente a largo plazo al abandono de determinadas zonas pastoriles). La escasa inversión pública en las infraestructuras pastoriles, la inseguridad de la tenencia de las tierras pastoriles y, más ampliamente, la falta de visión holística de la gobernanza de los territorios pastoriles (que permita garantizar la movilidad y el acceso a los recursos pastoriles) están debilitando actualmente estos sistemas.

Más competencia en los mercados

Los sistemas pastoriles y agropastoriles también se ven confrontados con una mayor competencia en los mercados. En África Occidental, las producciones locales tienen que competir con otros productos: sustitución creciente de la carne local por otras fuentes de proteínas a bajo precio, como los despojos comestibles, el pollo o el pescado congelado procedentes de la India, de Brasil, de Europa o de China, disponibles a precios inferiores a los de la carne del Sahel en los países costeros (Benín, Nigeria). La leche local sigue sufriendo una fuerte competencia de la leche importada, especialmente en los centros urbanos de los países costeros. Los consumidores urbanos siguen estando difícilmente accesibles debido a la baja competitividad del precio de la leche local en comparación con la leche importada y la falta de incentivos de las empresas de transformación para abastecerse localmente (solo del 10 al 50% de los suministros de las empresas lácteas de África Occidental es de leche local).

Las interdependencias y las complementariedades históricas entre los países costeros y los países del Sahel, especialmente relacionadas con el comercio de ganado tienden a disminuir (dificultades crecientes del transporte a pie de los animales, problemas de impuestos en las fronteras, voluntad de los países costeros de desarrollar su propia ganadería sobre el modelo de una ganadería «moderna»), lo que, a largo plazo, puede debilitar los equilibrios regionales de África Occidental.

En Asia, la llegada de la economía de mercado hace una veintena de años, ha llevado a los ganaderos trashumantes del Gobi mongol a incrementar el número de cabras3 para la producción de cachemira, casi su única fuente de ingresos, a fin de obtener ingresos suficientes. El resultado es un fuerte desequilibrio entre las especies criadas y una importante crisis de sobrepastoreo, que amenaza gravemente la sostenibilidad de los ecosistemas locales.

Marginación sociocultural, política y ambiental

El desfase que se observa entre, por un lado, la importancia del subsector en la economía, el medio ambiente y en las sociedades y, por otro, el volumen de los recursos públicos asignados a la ganadería4 es sintomático de la infravaloración de los decisores de los múltiples desafíos relacionados con la ganadería y de la marginación política y social de los ganaderos. Este fenómeno, que en África se remonta a la época colonial, puede explicarse, entre otras cosas, por una escasa presencia de los pastores y de sus representantes en las instancias de decisión. La tendencia se ha empezado a invertir a raíz de la creación de los pastoral parliamentary groups (PPG, grupos parlamentarios pastoriles) en Kenia, en Uganda y en Etiopía que, desde hace más de una década, constituyen una excelente base representativa de los pastores en los círculos políticos nacionales.

Tras décadas de marginación y de políticas de la ganadería que incitaban a la sedentarización de los pastores, se están produciendo avances en la legislación para los pastores también en los países de África Occidental, en materia de derechos sobre las tierras y de movilidad5.

Ámbitos de intervención prioritarios para apoyar el desarrollo del pastoreo

En el transcurso del último Foro Campesino, celebrado en Roma los días 15 y 16 de enero de 2016, y durante el Año Internacional de la Agricultura Familiar, las organizaciones pastoriles propusieron actuar en varios ejes para apoyar su desarrollo, teniendo en cuenta las especificidades del pastoreo :

Investir en el desarrollo de los recursos pastoriles

El reconocimiento de la movilidad, incluyendo la transfronteriza, constituye una condición indispensable para el mantenimiento de un pastoreo sostenible. El reconocimiento de los derechos de los pastores a acceder y gestionar los recursos naturales pastoriles (la tierra, los pastos y el agua) debe traducirse concretamente en las políticas y en los instrumentos de gestión de la tierra y de los recursos naturales, a fin de limitar la privatización de los espacios y el cambio de vocación de los espacios pastoriles, que en muchos países son especialmente vulnerables.

Para valorizar los pastizales y mantener su importante contribución a la seguridad alimentaria de los países occidentales de África, las ganaderías pastoriles también necesitan que se prosigan los esfuerzos de realización de infraestructuras claves (puntos de agua, caminos rurales y zonas de paso pastoriles, etc.) que vayan a permitir garantizar la movilidad de los rebaños. Estos ajustes son aún demasiado escasos para satisfacer las necesidades. La construcción de unidades de producción y la promoción de tecnologías innovadoras para la producción de forrajes y la transformación de los residuos de cosecha también son indispensables para completar la alimentación animal y garantizar las explotaciones en caso de crisis.

Facilitar el acceso de los ganaderos a los servicios económicos y promover las cadenas de valor locales

Como en todas las explotaciones familiares, el acceso a los servicios económicos sigue siendo un desafío clave, ya se trate del acceso a los insumos para la producción (servicios veterinarios, nutrición animal, servicios de asesoramiento), como del acceso a los mercados (locales, nacionales, regionales, internacionales) para los productos de origen animal procedentes de estos sistemas extensivos.

Por último, la ganadería pastoril, que se caracteriza por su movilidad y su carácter predominantemente regional, necesita que se pongan en marcha servicios trasfronterizos adaptados (salud animal, áreas de descanso de los animales, infraestructuras de mercado).

Para que se puedan desarrollar industrias locales de los productos de la ganadería, es necesario actuar también en el plano de las políticas comerciales para limitar las importaciones a bajo coste que compitan directamente con los productos locales, desarrollando a la vez políticas de incentivos a favor de unidades de transformación que se abastezcan a partir de productos locales.

Apoyar los servicios adaptados a la movilidad de las personas y reforzar la implicación de los pastores en la elaboración de las políticas públicas

Si en parte las TIC, como por ejemplo, los sistemas de transacción monetaria móviles o los sistemas de alerta temprana de satélite para informar sobre el estado de la biomasa disponible o la presencia de incendios forestales, permiten una evolución del sector pastoril hacia un modelo más eficiente, quedan aún muchos obstáculos para que se tomen más en cuenta las necesidades de las poblaciones pastoriles.

Las organizaciones pastoriles mundiales piden el desarrollo de servicios sociales básicos (salud humana y animal, protección social, educación, agua potable y energía, acceso al crédito y a la formación) adaptados a las poblaciones pastoriles, asegurándose de tener en cuenta las necesidades de las comunidades pastoriles, especialmente de las mujeres y de los niños: se trata, entre otras cosas, de los servicios móviles.

Las mismas organizaciones piden el refuerzo de las plataformas pastoriles existentes (como WAMIP, World Alliance of Mobile Indigenous People), facilitando la elaboración de políticas con los gobiernos y las instituciones regionales6.

 

3 En detrimento de los carneros, los bovinos, los caballos y los camellos.

4 En Níger, en Malí, en Burkina Faso y en Senegal, los gastos públicos asignados al ganado en el periodo 2002-2011 representaban el 4-8% de los gastos asignados al sector agrícola

5 Mauritania, Malí, Níger y Burkina Faso han aprobado una ley que garantiza el pastoreo durante los diez últimos años. En Chad y en Senegal se está elaborando una legislación pastoril.

6 Para más información sobre el pastoreo, una importante revisión bibliográfica está disponible en dos boletines temáticos publicados por Inter-réseaux en mayo de 2015. Véase también el sitio de la FAO dedicado al pastoreo: www.fao.org/pastoralist-knowledge-hub/es

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